Esta semana varias mujeres me han hablado de lo mismo.
- ¿Tengo derecho a poner límites y hasta dónde?
- Me siento insegura o culpable cuando lo hago.
- No sé distinguir si sacar a la guerrera o estoy exagerando.
- Me da miedo lo que puede salir.
O me contaban que su vida había sido una reacción constante ante las agresiones que sentían.
Esto las había convertido en personas que vivían a la defensiva.
Sabemos que para que exista una guerrera siempre hace falta tener un agresor.
¿Quiere decir que cuando sales de ese papel vas a vivir siempre paz y felicidad?
No, pero dejaras de ver agresión donde no la hay y te defenderás cuando sea realmente necesario.
Cuando vives en lucha, tu sistema nervioso está en modo supervivencia reaccionando desde una respuesta traumática y todo te afecta.
El taladro del vecino, como te ha mirado alguien por la calle, la cajera del supermercado, o el que se ha equivocado al ponerte el café.
Si vives defendiéndote de personas que ni siquiera saben quién eres, tienes un problema que te resta libertad.
Quizás no te sientes identificada porque has caído en la trampa de no alzar tu voz para vivir en una supuesta paz y callas mientras tu animal interior agita todo tu cuerpo.
Aquí el peligro es que tienes todos los puntos para caer y mantener relaciones abusivas mientras te apagas.
Esto es muy típico de trauma: te defiendes de lo que no es peligroso y no lo haces de lo que sí.
Vamos, que estás hecha un lío.
🚨 Cuando algo te toca, tus emociones se descarrilan, tu cabeza te está diciendo que no exageres mientras tu cuerpo se está preparando para la batalla.
Esta es la definición de incoherencia.
Si vives así que no te extrañen las somatizaciones y la desconexión.
🔥 Si estás dispuesta a profundizar e invertir en ti, has probado muchas cosas pero sientes que no ha habido un cambio que puedas sostener en el tiempo.
Si continúas en las mismas dinámicas y patrones de siempre y te estás desgastando.
Si cambias para encajar pero no vives un cambio real que se materialice en tu vida.
Te falta abordar el cuerpo y el sistema nervioso.
Para volver a confiar en ti, tu cuerpo y la vida.

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