¿Recuerdas sentir alguna vez de pequeña que no eras suficiente tal y como eras?
Quizás alguien te dijo que eras demasiado sensible, difícil o que no debía gustarte el color rosa o los coches.
Estos días, buscando cosas en casa, encontré mi historial escolar.
Decían que era tímida, pero también que quería destacar. Que era muy sensible y me preocupaba mucho por los demás, pero a la vez una busca peleas. Que no era creativa, pero que mostraba mucha imaginación.
Si leyeras estas cosas de una adulta pensarías que hablan de más de una persona, pero estaban hablando de una niña de unos 3 años. Así actúan las proyecciones de los demás.
Lo que me ha sorprendido más es que era una plantilla ya escrita y la profesora se limitaba a subrayar cual era mi maldad y como se me tenía que corregir para ser socialmente aceptable.
🚨 Esto no es algo que me pasó solo a mí.
Desde pequeñas aprendimos a reprimir nuestra autenticidad para recibir aprobación y amor:
- Reírnos cuando no queríamos.
- Aguantar las lágrimas para no incomodar a otros.
- Callarnos cuando algo nos dolía.
- Hacer cosas que no nos gustaban (como besar al tío o vestirnos de cierta manera).
| 🚨 ¿Y qué pasa con ese golpe en la mesa que nunca diste? Ese golpe que no diste cuando eras pequeña es el fuego que continúas sin encarnar y la raíz de que no puedas poner límites y uses múltiples respuestas adaptativas como reírte aunque no te haga puñetera gracia, llorar sin poderlo sostener, adular al otro para intentar suavizar la situación o saltarte tus propios límites por miedo y falta de poder personal. |
❤️ Imagínate esto:
- Sentir tus emociones sin desbordarte.
- Decir «no» con confianza y claridad.
- Recuperar la energía que tienes reprimida en forma de dolores y somatizaciones.
- Construir una vida más auténtica y libre de cargas innecesarias.
- Que te importe un pepino lo que piensen la mayoría de personas.
🔥 Encarnar tu fuego tiene mucho que ver con tu poder y mientras no puedas sostener tu propia intensidad no vivirás con un mínimo de autenticidad.
El doctor Gabor Maté especialista en trauma explica que nacemos con dos necesidades fundamentales: apego y autenticidad.
De niños, sacrificamos nuestra autenticidad para asegurar el apego, pero como adultos, podemos elegir algo diferente.
¿Estás eligiendo tu autenticidad por encima de la lealtad?
🔥 El proceso que te ayudará a recuperar tu fuego y volver a confiar en ti, tu cuerpo y la vida.
Este trabajo no es para todo el mundo, exige tiempo y mucho compromiso por tu parte, pero es el mejor trabajo que puedes hacer.
Un abrazo,
Georgina

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