Esta semana tuve una conversación con alguien que hablaba del perdón desde un supuesto “yo superior”, repitiendo la misma basura de fast-food espiritual de Mr. Wonderful.
Eso es lo que más veo en la espiritualidad exprés: el intento de saltarse los pasos. Pasar de una experiencia dolorosa directamente al perdón sin integrarla.
Esta manía de exigencia con el perdón pasa porque;
Nos han hecho creer que el perdón es un requisito para sanar.
Nos dicen que debemos perdonar.
Pero el perdón no es una obligación. Es un proceso.
Uno que no siempre es posible y que, si se fuerza, puede convertirse en una nueva forma de invalidarte.
💡 Para perdonar, primero hay que comprender e integrar el dolor y la experiencia.
💡 Para perdonar, hay que estar en paz con lo que pasó.
💡 Para perdonar, no basta con quererlo desde la mente, perdonar también se hace desde el cuerpo.
Y si tu cuerpo aún vive en estado de alerta/supervivencia por lo que pasó (o lo que no pasó), no es que no quieras perdonar… es que aún no puedes.
Voto por mandar a la mierda a todos los que te escupan en la cara eso del perdón cuando estas sufriendo para que su caída sea antes que tarde y puedan empezar a vivir en la realidad.
Por que créeme, una persona que te dice algo así cuando estás sufriendo no ha acogido su propio dolor ni te está registrando.
Esto es algo común cuando hay mucho trauma sin procesar; no registrar a los demás.
El perdón no se exige, el perdón sucede después de un proceso lleno de madurez y responsabilidad.
El tiempo de tumbarse en una camilla y esperar que un terapeuta lo haga por ti ya pasó.
Salir de un estado de supervivencia requiere tu implicación activa.
Y sí, eso escuece. Es mucho más cómodo ir a que te lean los registros akásicos o te digan tu proyección de futuro.
Esas herramientas pueden aliviarte un rato, pero no sustituyen el trabajo real: volver a habitarte, volver a sentir, volver a ti.
Lo sé porque yo misma estuve ahí y es por lo que dejé de trabajar de vidente y canalizadora.
Crecí y entendí algo;
🔹 No tenía capacidad para sostener mi propio dolor.
🔹 No tenía que justificar ni entender a nadie.
🔹 No tenía que exigirme perdonar ni superarlo todo.
Tenía que acompañarme a mí misma.
Así que hoy quiero recordarte algo importante:
✨ No te exijas perdonar.
✨ No te exijas avanzar.
✨ No te exijas superar nada antes de estar lista.
Respira y permite que tu cuerpo se suelte, no hay ningún lugar al que ir ni nada que hacer. Simplemente abrázate por unos minutos y siente lo que está sucediendo.
| Perdonar no es algo que haces cuando quieres, es algo que sucede cuando está maduro. Tu espíritu sigue siendo luz, aunque no perdones. Tu humanidad sigue siendo valiosa, aunque aún duela. |
| Lo que sí puedes hacer es trabajar en ti para sentirte mejor y empezar a dar pasos para volver a confiar en ti, tu cuerpo y la vida desde una conexión genuina y auténtica con lo que ya eres. Si sientes que necesitas un espacio para sostenerte en este proceso, ponte en contacto conmigo. |
Un abrazo,
Georgina

Deja un comentario