| Puedes comer sano, hacer ejercicio, evitar tóxicos en tu piel… Y aún así, si no cuidas tu mundo emocional, no te sentirás bien.Muchas personas intentan sanar solo desde la mente. Se repiten afirmaciones positivas frente al espejo, trabajan creencias limitantes… pero su cuerpo no se lo cree.Porque la mayoría de lo que pasa en tu mente tiene su origen en el cuerpo. |
Cuando hay heridas emocionales, encontrar el equilibrio es difícil. 🔹 Puedes volverte demasiado exigente o demasiado permisiva (contigo o con los demás).🔹 Te obligas a hábitos saludables, pero desde la presión, no desde el amor.🔹 Disfrazas de auto-cuidado el control, la disciplina o el perfeccionismo.🔹 Tu cuerpo sigue en supervivencia, acumulando más estrés en lugar de soltarlo. |
| Y en vez de mejorar tu vida, te creas una nueva máscara más difícil de detectar pero que te enferma igual. La sanación no es más disciplina ni más esfuerzo. Sanar es darle a tu sistema nervioso la seguridad que nunca tuvo. Y eso no se consigue desde la misma energía que te dañó. |
| 💡 Aquí es donde entra el trabajo somático. Trabajar con tu sistema nervioso no es solo una técnica: es un cambio profundo en cómo vives tu cuerpo y tus emociones. 🔹 Aprendes a salir del estado de supervivencia. 🔹 Tomas decisiones desde la calma y no desde el miedo. 🔹 Adquieres hábitos saludables sin que se sientan como una obligación. 🔹 Tu sistema se flexibiliza y la sanación se vuelve natural y sostenida. Si sientes que llevas demasiado tiempo empujando, exigiéndote o atrapada en el mismo ciclo… Es momento de parar y hacerlo diferente. |
Recuerda que tu cuerpo no necesita más cosas que hacer, necesita el espacio para sentir la seguridad que le faltó.Y eso se llama paz. |
Con cariño,
Georgina

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