| Esta semana compartía en mis redes un artículo del Dr. Gabor Maté, uno de los especialistas más reconocidos a nivel mundial en trauma. Daba datos claros: El 80% de las enfermedades autoinmunes las viven las mujeres y expone cómo el estrés emocional crónico y la represión emocional pueden desencadenar múltiples enfermedades. Además señala que muchas mujeres con estas enfermedades han sufrido traumas infantiles como abuso o negligencia y da varios patrones culturales que hay detrás de ello. Esto es lo que hay encima de la mesa… |
| Y aún así hay quien niega el origen emocional de la enfermedad. Y también quien se ríe —a veces en tu cara— cuando lo mencionas. Como si fuera una locura. |
| Pero no lo es. Lamentablemente, hemos tenido que esperar años para que la ciencia empiece a confirmarlo. Aunque… si rascas un poco, verás que hay estudios enterrados con más de 100 años que ya hablaban de esto. |
Y aun así, parece que lo que siente tu cuerpo no es suficiente: 🌀 Cada vez que te pones nerviosa, te tensionas. 🌀 Cuando pasas por estrés prolongado, tu sistema inmune se debilita. 🌀 Una comida familiar con discusión incluida… y zas: digestión bloqueada. 🌀 Una situación te sobrepasa y te entra migraña. |
Y no, no hace falta vivir algo “muy grave” para que el cuerpo se resienta. Porque tu sistema nervioso acumula. Si nunca tuviste un lugar seguro… Si nadie te dio recursos… Si no hubo alguien que te sostuviera… Tu cuerpo lo sintió. Tu cuerpo lo guardó. Y si no encuentras un lugar seguro donde procesarlo… lo expresará: con dolor, tensión, inflamación o enfermedad. |
Desde esta mirada, la enfermedad no es el enemigo. Es el grito de un sistema que necesita ser escuchado. ¿Y si aprendieras a escucharlo antes de que grite? Y si te dijera que trabajar con tu sistema nervioso también es acumulativo……y que muchos de tus síntomas y enfermedades pueden mejorar —incluso desaparecer— cuando empiezas a sentirte realmente a salvo. |
Si ya te has cansado de vivir con dolor o tensión y quieres empezar a trabajar con tu sistema nervioso Ponte en contacto conmigo Con cariño, Georgina |
Georgina Ribatallada 
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